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Alineación planetaria y la Tierra

Es común que, cuando por coincidencia ocurre una serie de eventos preocupantes, como los recientes huracanes y terremotos (que no están relacionados entre sí), algunas personas que se atribuyen supuestos poderes de adivinación afirmen que el fin del mundo estaría cerca. Pero el «fin del mundo» se ha predicho fallidamente muchísimas veces en la historia del ser humano, y esta es solo una nueva oportunidad. No hay nada que nos haga suponer que algún evento pueda acabar con nuestro planeta ni el sábado, ni el domingo, ni el mes o el año que viene. No existe el planeta Nibiru que supuestamente podría chocar con el nuestro, ni hay otros eventos que puedan hacer algo así en el futuro cercano. Ve por ejemplo esta lista de predicciones fallidas del fin del mundo (¡y faltan muchas en esa lista!): https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Fechas_del_fin_del_mundo
Los alineamientos planetarios tampoco causan efectos significativos en nuestro planeta, salvo en ocasiones la posibilidad de osbervar hermosas conjunciones de planetas (apariencia de cercanía en el cielo, desde nuestro punto de vista). Nuestro Sistema Solar ya tiene casi 4.800 millones de años de edad, y fue sólo en los primeros cientos de millones de años iniciales cuando se producían cambios de órbitas importantes. El Sistema Solar actual es lo que resultó luego de que un sistema joven de planetas tuvo mucho tiempo para estabilizarse, luego de nacer a partir de un disco de polvo interestelar y gas, que giraba en torno a nuestro naciente Sol.
Todo esto no quita que debamos seguir cuidando nuestro planeta y combatir el cambio climático, o buscar asteroides que muy a futuro puedan chocar con nuestro planeta, para desviarlos a tiempo. Son áreas en que las científicas y científicos de muchas áreas trabajan en forma conjunta, para conocer más sobre nuestro entorno, y tomar las medidas sobre cosas que sí podrían afectarnos de alguna manera (aunque nunca como para terminar con el mundo) en el futuro un poco más distante.
Existe por ejemplo una idea en desarrollo en las universidades de Strathclyde y Glasgow (Reino Unido), para utilizar un enjambre de pequeñas naves que disparan láseres a un asteroide, para calentar una parte de su superficie rocosa, ¡y utilizar el chorro de roca vaporizado como propulsión, cambiando gradualmente su trayectoria fuera de nuestro camino! El proyecto se llama Laser Bees (Abejas Láser), y ya están haciendo pruebas preliminares, como puedes ver en estas imágenes: a la izquierda, el láser calienta una roca y algunas partes salen expulsadas rápidamente, dejando trazos brillantes durante el tiempo que tarda tomar la fotografía; a la derecha, logran un chorro de roca vaporizada caliente.
Además, la NASA y la ESA (agencias espaciales de Estados Unidos y de la Unión Europea, respectivamente) planean enviar una misión conjunta para probar tecnologías de desvío en un asteroide binario (el asteroide Didymos, y su luna, Didymoon), que llegaría allá en 2022. El asteroide no presenta peligro para nosotros, y aprovecharán eso para probar un cambio de órbita también inofensivo.
¡Estas son sólo dos de muchas ideas en desarrollo!
¡Felices cielos despejados!
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